20 de junio de 2012

Palabras del viento, vidas en vuelo


Las palabras del viento, de María Narro. Edición de Gruplobher. Tarragona, 2012. 268 páginas. ISBN 978-84-939809-0-0

He leído estos días “Las palabras del viento”, la segunda novela de una paisana como es María Narro, y aparte de disfrutar durante su lectura, de crear en la imaginación el mundo que pinta, que es algo siempre conveniente, fundamental, me han ido sugiriendo sus páginas una serie de consideraciones que no quiero que se pierdan en el recuerdo de esa lectura. Prefiero que, sin ser imprescindibles, queden escritas. Porque si uno no es, ni de lejos, un crítico literario al uso, sí que ha leído bastante, y eso es lo que da capacidad de discernir y comparar.
Es esta, me lo ha parecido, una historia de verdad, con protagonistas homogéneos, de carne y hueso, en un mundo rural, un poco confuso, revuelto cuando la Guerra, anémico en la paz.
El valor de esta novela radica, en mi opinión, en la magnífica alternancia de tempus narrativos: a lo largo del siglo XX, tres épocas se entremezclan continuamente, en capítulos que llevan por título el nombre de la protagonista de ese momento. Una adolescente que descubre el mundo, en él encuentra el amor, sin buscarlo, y la madurez que, con dolor añadido, cuaja en un futuro que se adivina difícil, pero siempre con recompensa. Como dice la popular conseja: “en la vida, lo mejor está por llegar”. La obra concluye cuando llega lo mejor.
Antes ha tenido que dejar atrás momentos difíciles, siempre duros, con secuelas de muertos, de olvidos, de odios y abandonos. La primera escena, donde poco a poco se van definiendo los personajes, se ve inmersa en una Guerra Civil que siempre suena a lo lejos, más allá de los cerros, que se siente sólo en los estampidos de los cañones, el runrún de los motores de la aviación, y las humaredas de los incendios. Creo que es una forma magnífica de tratar la Guerra: lo que los personajes cuentan de lo que otros les han dicho. Está presente y lejana a un tiempo. Marcando las vidas. Como dice la escritora Antonia Corrales, es una visión de la guerra “sin banderas”. Solo tiene una cara, un signo: el terror, el miedo contagioso.

17 de junio de 2012

El gran Atlas de Caminería Hispánica


Para la jornada de inauguración del X Congreso Internacional de Caminería Hispánica está prevista la presentación de la gran enciclopedia o Atlas de Caminería Hispánica, del que aquí hacemos comentario y glosa. Una obra, monumental que merece ser tenida en cuenta.
Será el lunes 25 de junio de 2012, por la mañana, cuando a primera hora se proceda a presentar en público una obra que condensa grandes  parcelas del saber humanístico, histórico, geográfico y patrimonial de España. La obra, en dos tomos de gran tamaño, guardados en estuche de cartón, ofrece una visión panorámica de los caminos hispánicos y todo lo que de historia y arte por ellos se extiende y atesora. Y al decir hispánicos me estoy refiriendo a la península, el Mediterráneo valenciano y catalán, y el Plus Ultra castellano de América. Y de Asia, Oceanía, Africa… parece no acabar nunca el camino que parte de España, de Toledo y la Alcarria, de Barcelona o Sevilla.
Es el “Atlas de Caminería Hispánica”. El Congreso tendrá su sede en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos dela calle Almagro, 42, de Madrid.
Caminos de la Antigüedad
Los itinerarios que presenta esta Enciclopedia son variados, entretenidos, y anchos siempre. De la época árabe, hay dos estudios que me han entusiasmado. Uno es el de Saqya, en el emirato de Córdoba, en la época cuando este individuo fue señor independiente en Sopetrán y buena parte de la Alcarria y márgenes del Henares. Lo escribe Rosario Osorio y nos da sucinta la historia de este rebelde musulmán frente al poder de Abderramán. El otro estudio es de Ignacio Menéndez-Pidal de Navascués, y se dedica a revisar, metro a metro y día a día, el “Itinerario de las Navas de Tolosa”, la gran batalla que definió la historia del Occidente europeo, el 16 de julio de 1212, ahora va a hacer nueve siglos justos. En este trabajo analiza caminos, trayectos, posiciones, acampadas, de todos los ejércitos participantes, en un hondo estudio riguroso.