23 de marzo de 2019

De la risa a la sonrisa

Teresa Cid
Aache Ediciones
Colección “Letras Mayúsculas” nº 50
Guadalajara, 2019.
192 páginas.
ISBN: 978-84-17022-80-8

Desde el principio nos dice la autora lo que pretende en su libro, que no es más que un acúmulo de recuerdos con los que elaborar esa patria a la que, cuando transcurre el tiempo, nos agarramos con fuerza, para que nos salve de cualquier derrumbe. Los recuerdos de su infancia, de su adolescencia, de su juventud, una tras otra, con los debidos tempusobedientes y calibrados por natura. Ahora, en la madurez, reflexiona a costa de las anécdotas vividas, y llega a conclusiones, que son las certezas que se nos ponen delante cuando miramos la vida sin tapujos ni rencores.
Este es un libro de anécdotas, en el que no caben invenciones, porque todo está vivido a golpe de latido cardiaco, con sabiduría y resignación. No busques, lector, una trama: ni sorpresas desternillantes, ni angustias escalofriantes. Va todo por su pie, como un manantial que no cesa. Se nota la vida en sus páginas, la evolución a través de las experiencias, la sabiduría a costa de los sinsabores. Es un libro amable y divertido, que a muchos servirá de reflexión sobre sus propias vidas.
Cuando una obra, como esta de Teresa Cid, nos hace recordar nuestra existencia, las cosas que hemos vivido, para compararlas con lo que leemos, y se nos vienen nuestros propios recuerdos a la cabeza, es que hemos conectado, es que ha servido para algo. Así pues, este ”De la risa a la sonrisa” de Teresa Cid puede ser calificado como un sabio y amable libro: un libro lleno de vida y de sinceridad, de añejas esencias, de nostálgicas certidumbres. Que no es poco.

Este libro se ha de presentar en sesión pública en la Biblioteca Provincial de Guadalajara, palacio de los Dávalos, el miércoles 27 de marzo, a las 19 horas. Entrada libre...

La Alcarria, el libro

García Marquina, Francisco:
Excmª Diputación Provincial de Guadalajara
Guadalajara, 2019
Páginas 176, ilustraciones
ISBN: 978-84-92502-73-8

En su penúltimo libro, “La España de Cela”, García Marquina nos confirmó su forma más útil y certera de abordar un tema amplio, a base de breves artículos en los que con nitidez y precisión ofrece su visión de un tema puntual. Lo había hecho antes en su biografía del escritor, “Cela: retrato de un Nóbel”, y lo repite ahora en este último -por ahora- libro que nos entrega. “La Alcarria: el libro” va compuesto a lo largo de sus 176 páginas con 23 artículos en los que se aborda el análisis del más veces traducido libro sobre nuestra región, el “Viaje a la Alcarria” de Camilo José cela.
Desde su estructura hasta su visión poética, desde los personajes que en él florecen a las ediciones que ha reconocido. Un par de docenas de miradas, densas y clarificadoras, sobre esta obra que ha conseguido, como dice Marquina en su último párrafo, “hacer universal y legible esta humilde y hermosa región de España”. Aunque él ya se lanzara en su “Guía del Viaje a la Alcarria” al análisis de la construcción de la obra, a la búsqueda de sus escenarios e intérpretes, y a la didáctica profesión de orientar al lector por ella, en esta ocasión ha ido más allá, porque se ha entretenido en desentrañar el libro entero, en menor espacio, pero con herramientas de lo más fino, casi quirúrgicas, y buscarle el alma, los entresijos, despojándole de grasas y sacando sus latidos.
Dice que Cela “salió al campo, a que no le pasase nada”. Y a usar la palabra en el sentido más artístico de la misma, alzándose como un preciosista del verbo. Pero no son las frases las que definen a esta obra, que por sí misma es una larga frase salpicada de personajes curiosos, llamativos, reales en aquel tiempo (1946) en que vivió el trote caminero. Lo que define la obra de García Marquina es su capacidad de desentrañar, de sacar a flote sus mensajes, sus técnicas, sus proyecciones y sus más definitivos valores, tanto literarios, como históricos y sociales.
La obra, pulcramente editada, ha sido promovida por la Excmª Diputación Provincial de Guadalajara, que con ella ha querido contribuir a rememorar los 70 años que se han cumplido desde su publicación primera. Aparecen grabados de sus primeras ediciones, mención a sus innumerables traducciones, y retratos de sus personajes que han calado en la memoria colectiva (inolvidables  Quico Sanz, Félix Marco, Celedonio Torralbo o Julio Vacas “Portillo”) sin olvidar al principal de todos, el viajero vagabundo, personaje al que Cela crea, recrea y en el que finalmente se embute, ya para siempre. Un libro, pues, que sirvió para su autor se transformase, y para que hoy evoquemos su paso por esta tierra, que tanto ha cambiado, pero que fue como la cuenta, un “torbellino de pasiones”. O algo así.