Pérez Henares, Antonio: “Yo, que sí corrí delante de los
grises”. Editorial Almuzara, Córdoba, 2013. 342 páginas, una ilustración.
Muy joven aún, Antonio Pérez, alias “Chani”, nos entrega el
primer tomo de sus “Memorias”. Ahí es nada. Y además hechas como deben hacerse:
cuando uno aún tiene memoria. Porque si esperas a escribirlas cuando pasas de
los 80 y tienen que llevarte en silla de ruedas, como esperan otros, pues como
que la mayoría pensamos que esas memorias se las han escrito, porque con los
años (qué duro es reconocerlo) la memoria se deshilacha, y cuando vamos a por
su paño, nos encontramos agujeros, hilos sueltos, lástima.
Entretejidos en sus 342 páginas, hay dos temas que se
solapan continuamente: la vida personal, con sus amores (bastantes), sus odios (pocos) y
sus angustias, sus miedos (algunos) y sus victorias. Y el otro tema, la
realidad histórica del país, de la ciudad, de las gentes que dieron vida a una
época convulsa, -ahora nos damos cuenta que apasionante- de la historia moderna
de nuestro país.
Lo que nos entrega Antonio Pérez de sus memorias personales,
nos lo creemos de principio a fin. No nos queda otro remedio. Es su vida, y nos
la entrega, y con bastante generosidad, por cierto, aunque casi siempre tiene
el pudor de no comprometer a nadie con nombres propios. Lo que nos cuenta de la
historia de España en cuyo torbellino vive, es realidad absoluta, y, por lo que
colijo, ha tenido que manejar mucha información, lo que hace al libro un
ejemplo de hilo trabajado, de tejido documentado, de búsqueda en hemerotecas,
porque no me cabe en la cabeza que todos esos datos los lleve, tan frescos, en
la suya.
Solo le encuentro un pero a este libro tan entretenido y
enjundioso de Pérez Henares. Aunque la culpa no es suya, sino del editor, que
tenía que haberle echado una semana más de trabajo al tema: le falta un índice
onomástico, lo que serviría para transformar esta obra, de simple lectura
memorística, en herramienta de trabajo.
Como yo tengo la manía de leerme los libros en clave
alcarreñista (una estupidez como otra cualquiera, pero estas cosas nos hacen
más humanos) he ido apuntando los nombres de la gente que aparece en el libro,
que es de Guadalajara, que vivió o aún vive aquí, que conozco, y que así le
presta al libro una nueva dimensión, la de “libro local”.
Y en ese sentido, me voy a permitir anotar aquí, y por orden
alfabético, que con esto de los ordenadores no es nada difícil conseguirlo, los
nombres de alcarreños (todos varones, menos una…) que aparecen y en qué página
lo hacen. Son estos:
Beladíez, Jesús
|
87, 260
|
Buero Vallejo, Antonio
|
14, 112
|
Buson, Jaime
|
114
|
Cardero Prieto ("Kinder")
|
110
|
Cobos, Emilio
|
43
|
Dominguez Unica, Rafael
|
314
|
Durán, hermanos
|
113
|
Embid Villaverde, Salvador
|
14
|
García Breva, Javier
|
115
|
García Mendez, Javier
|
328
|
Grandes, Agustín de
|
313
|
Grandes, Luis de
|
255 y ss.
|
Herguedas, José Luis
|
313
|
Irízar, don Mauro José
|
313
|
Irizar, Javier
|
314
|
Martín Carraux, Juan A.
|
279
|
Palero, Francisco
|
314
|
Pérez, Alberto
|
111
|
Relaño
|
241
|
Rey, Julio del
|
113
|
Rico, Antonio
|
314
|
Sanchez Ripa, Oscar
|
314
|
Súarez de Puga, Luis
(aunque le llama José Antonio)
|
313
|
Utrilla, Joaquin
|
87
|
Zaragoza Orts, Pedro
|
248
|
Zori, Pilar
|
314
|
Además aparecen aquí y allá sitios de la ciudad, como el “Angelo
& Frankie” (p. 212) y el mítico “El Chamizo” (p. 214 y ss.), y, obviamente, la Comisaría y el Gobierno Civil de las Cruces.
En definitiva, un libro entretenido, en el que Chani oficia
de cronista de la contemporaneidad, y en el que visto todo lo que cuenta, uno
entiende que se ría de todos los que recién llegados a las barricadas en
defensa de la Libertad y la Democracia (muerto ya el Generalísimo en la cama y
silenciados sus colaboradores) anden extendiendo pasaportes de progresismo, y
diciendo (sobre todo a él, que “Sí que corrió delante de los grises”) lo que
está bien y lo que está mal en el retablo de la progresía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dinos tu opinión sobre todo esto