Hace tan solo unas jornadas, tuvo lugar en Madrid, y en la
“Freiduría de Gallinejas de Embajadores”, ‑lugar con aires de alcarreñismo
puro, porque los fundadores y actuales dueños son guadalajareños, de
Membrillera‑, la presentación de dos libros firmados por Gabino Domingo Andrés,
que fue en su día colaborador habitual de “Nueva Alcarria”, y desde hace mucho
tiempo escritor de libros, de historias y programador de actos culturales en su
pueblo.
Domingo Gabino Andrés es, por sí mismo, un personaje. Pero
de los libros que acaba de escribir, sacar editados y presentar, resulta ser
mucho más personaje el protagonista del primero de ellos, al que llama “El
Melonazo” y de quien, a pesar de ser un individuo de carne y hueso, no quiere
dar su nombre y prefiere contarnos sus anécdotas.
El libro que tiene al Melonazo por figura central, consta de
134 páginas y lleva 46 anécdotas más un imprescindible Prólogo en el que el
autor nos da algunas pistas para entender al personaje, del que narra, con
maestría literaria y un inacabable chorro de gracia y curiosidad, anécdotas
reales. “El Melonazo… es un personaje híbrido, tiene un poco de todas las
humanidades, desde la calma china hasta la metafísica de los indios… podemos
decir que sería un pariente de don Quijote, una mezcla moderna de Quijote y
Sancho … es como un Dios, pero de barrio”.
Y acaba su autor dado la clave de la mayoría de los capítulos en los que
narra hechos auténticos del personaje: “Son notorias las grandes facultades que
tiene para solucionar cualquier problema, incluso aquellos que no existen”. Los
casi medio centenar de capitulillos han sido capaces, sin dificultad, de
hacernos reir y emocionarnos. Porque son desternillantes, graciosos,
expresivos, cotidianos y sorprendentes.
Al mismo tiempo, Gabino Domingo Andrés, de quien ya
conocíamos sus clásicos libros sobre ”Membrillera, memorias de otro siglo” y
“La casa tradicional de Membrillera” ha escrito y presentado otra entrega
literaria, que lleva por título “Treinta mesas, treinta historias”. Transcurren todas en su “Freiduría de
Gallinejas de Embajadores”, lugar que ya está incluido en todas las guías
tradicionales de Madrid, y seguro que en todas las guías sobre Madrid que se
publican en japonés (y en chino) porque no falla: todos los orientales que
visitan Madrid quieren pasarse, aunque sea solamente a hacerse unas fotos, por
esa freiduría de gallinejas.
Breves historias referidas a personajes, personajes y
viajeros que han pasado por el lugar, asignando una mesa a cada uno de ellos.
Entre ellas hay historias de Guiris, una protagonizada por Camilo José cela,
otras por don Severino y por doña Gertrudis. Y otra más, emocionante, de la que
es protagonista el escritor y editor seguntino Pepe Esteban, que cuenta sus miedos
a hablar cuando empezó a rodar en el parnaso madrileño. En la “Mesa Imaginaria
final” el autor sienta a su amigo y gran artista el pintor Francisco Recuero. Y
al final de leer estas breves y suculentas anotaciones, el lector se queda
prendido del lugar, de los personajes y, sobre todo, del autor, que demuestra
–una vez más- que es un escritor de altura, que sabe lo que dice y cómo lo
dice. Y que entretiene (que es lo fundamental de un escritor) a quien le lee.
Para terminar, decir también que la presentación de estos
libros se hizo en un nutrido ambiente de camaradería alegre, en el propio
establecimiento del autor, en la calle Embajadores, de Madrid. Fue en marzo de
este año 2016, con intervención de amigos músicos, poetas y las lecturas de
algunos capítulos por parte del propia autor, a quien felicitamos cordialmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dinos tu opinión sobre todo esto